La creciente presencia de la inteligencia artificial (IA) en nuestras vidas plantea tanto oportunidades como desafíos. Brigitte van Zundert, investigadora delInstituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Andrés Bello y directora del Núcleo Milenio de Neuroepigenética y Plasticidad, Epineuro, advierte sobre los efectos potenciales que el uso excesivo de la IA podría tener en el cerebro.

    «El cerebro es como un músculo que necesita ejercicio constante para mantenerse saludable», señala van Zundert. La investigadora destaca que el uso de tecnologías como la IA podría reducir la estimulación cerebral necesaria para mantener habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas. Estudios recientes con resonancias magnéticas han demostrado que otras tecnologías, como internet o los videojuegos, ya están generando cambios en áreas clave del cerebro.

    A pesar de los riesgos, Van Zundert enfatiza que la inteligencia artificial no es intrínsecamente buena o mala. «Lo importante es cómo se utiliza», recalca. Para ella, es crucial encontrar un equilibrio entre aprovechar los beneficios de la IA y asegurar que las personas sigan desafiando su cerebro con tareas cognitivas.

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    Fuente: UNAB